Las casas reales europeas suelen contar con coches oficiales clásicos conservados con un mimo exquisito, que utilizan para determinadas ocasiones muy especiales. Sin embargo, el problema es que estos coches contaminan mucho.
Al menos así lo ven Alberto II y Charlene Wittstock, que el próximo 2 de julio se casarán en el Principado de Mónaco, y para demostrar su compromiso con el medio ambiente han decidido usar un vehículo híbrido (cada cual que piense si es coherente o no moverse habitualmente en deportivos de altas prestaciones y luego montar el numerito en la boda con un coche híbrido).
El coche elegido ha sido un Lexus LS 600h L, que ha tenido que ser modificado para cumplir con los requerimientos propios del servicios que va a prestar. Los cambios consisten básicamente, ensustituir el techo del coche por una cúpula que permita ver a los recién casados, que además tenía que ser blindada.
Para ello, se recurrió primero a la empresa especializada en blindaje Carat Duchatelet, que a su vez tuvo que emplear a una empresa francesa acostumbrada a construir las cúpulas de aviones de combate. El resultado fue un techo de una única pieza, realizado en policarbonato y con sólo 26 kilos de peso, toda una demostración de ingeniería avanzada.
No obstante, la construcción del propio techo no fue el único reto al que hubo que enfrentarse para construir este Lexus LS 600h L Landaulet. Según parece, hubo que reforzar la estructura del vehículo, para lo que se desmontó gran parte del mismo. De hecho, en total, unas 20.000 piezas fueron desmontadas.
Lo curioso es que este coche será una flor de un día. Tras la ceremonia, será expuesto el museo Oceanográfico de la ciudad. De cualquier forma, supongo que para los amantes de los coches como nosotros siempre será atractivo ver un coche completamente único.