Ferrari y el color rojo son un matrimonio tan unido como los espaguetis y la salsa boloñesa. Hay otras salsas (colores), pero cuando uno se imagina un plato de espaguetis (o un Ferrari), siempre es con salsa boloñesa (o pintado de rosso Ferrari).
Esa imagen mental estaba más que justificada en los años 90, ya que casi el 85% de los Ferrari vendidos estaban pintados en color rojo, sin embargo, por primera vez, este color ya no representa ni la mitad de los pedidos. De hecho, sólo un 45% de los compradores eligen este color.
Esto no significa que el color rojo no siga siendo el color más habitual, ya que el otro 55% de los compradores eligen colores muy variados, e incluso un 10% de ellos apuestan por colores únicoscreados especialmente para ellos.
Personalmente, si alguna vez me toca la lotería o un desconocido pariente mío me lega una fortuna de incalculable valor, siempre escogería mi Ferrari en rojo. Como he dicho, hay matrimonios muy bien avenidos, y este es uno de ellos. Ojalá tuviera yo que preocuparme por el color de mi nuevo Ferrari.